Muchacha con Flauta: Un misterio en la Galería de Vermeer
La incertidumbre radica en la calidad de la pintura, que no parece alcanzar el virtuosismo habitual del artista neerlandés.
¿Es una auténtica obra de Vermeer o un ejercicio de su taller?
El óleo Muchacha con Flauta ha desconcertado a expertos y amantes del arte. Aunque se encuentra en la National Gallery de Washington D.C., este cuadro no cuenta con la certeza absoluta de ser una obra firmada por el maestro Johannes Vermeer. La obra podría haber sido creada por alguien de su taller o incluso haber sido un boceto inicial del propio Vermeer, explorando nuevas técnicas. La incertidumbre radica en la calidad de la pintura, que no parece alcanzar el virtuosismo habitual del artista neerlandés, famoso por piezas como La joven de la perla. ¿Podría tratarse de un “bajón” en su carrera, o simplemente es el trabajo de una mano distinta?
Una mirada exótica y elementos de luz enigmáticos
El cuadro nos muestra a una joven que observa al espectador desde debajo de un sombrero triangular, un toque oriental que recuerda vagamente al turbante de La joven de la perla. Este detalle, sumado a su expresión y el uso de luces y sombras, lo convierte en un tronie, un género pictórico característico de la Holanda del siglo XVII. En lugar de un retrato formal, el tronie buscaba capturar el rostro y expresión de una figura anónima, permitiendo al pintor demostrar su habilidad técnica. Aquí, el autor —sea quien sea— parece más interesado en explorar cómo la luz interactúa con el rostro de la modelo, que en destacar su identidad.
Los detalles de luz son impactantes: pequeñas pinceladas de colores claros crean destellos sobre las perlas en las orejas de la joven y en varios puntos del fondo, el cual presenta un efecto desenfocado, muy moderno para su época. Este uso sutil de brillos y contraste aporta una profundidad particular, alejándose de los fondos nítidos de Vermeer, lo que contribuye a la sensación de misterio.
Te puede interesar: Villa R: El enigmático paisaje de Paul Klee y su extraña letra verde
Un título curioso para una flauta ignorada
El nombre Muchacha con Flauta proviene del instrumento que la joven sostiene con desinterés en una mano, relegado a un segundo plano en la composición. La pintura, en su versión original titulada Jongen met fluit, mide apenas 20 x 17,8 cm, lo que refuerza el carácter íntimo de la escena. Aunque no es un cuadro que deslumbre, su singularidad y el debate que ha suscitado sobre su autenticidad, lo convierten en una pieza intrigante y valiosa dentro de la colección del museo estadounidense.
¿Vermeer o no Vermeer? Muchacha con Flauta sigue siendo un enigma abierto para los estudiosos del arte, y es un recordatorio de que hasta los grandes maestros, o sus discípulos, pueden ofrecernos sorpresas y dudas que enriquecen la historia del arte.
Con información de HA!
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí
Te recomendamos
La controvertida performance de Rudolf Schwarzkogler en la Clínica de Arte
Jaume Plensa y sus monumentales rostros flotantes en Mallorca invitan a reflejar nuestra humanidad
Retrato de Vsevolod Meyerhold en el Museo Ruso de Málaga: Un Macro-Retrato del Teatro Moderno Ruso
La poderosa mujer murciélago de Pénot